DISTIMIA...QUE ES?
¿QUE ES LA DISTIMIA?
La distimia es un trastorno del ánimo que da pie a lo que vulgarmente se conoces como personas “amargadas”.
La distimia (del griego humor perturbado) es uno de los trastornos del estado de ánimo que se dan con mayor frecuencia en la actualidad.
Principales características:
• Tiene muchas oscilaciones del estado de ánimo y sus reacciones son inesperadas. Algunos días se levanta de buen humor, pero otros parecen hacerlo “con el pie izquierdo”.
• Suele ser irritable, entra en discusiones con facilidad y grita por cualquier cosa.
• Tolera muy mal las frustraciones y las contrariedades y en los momentos en que está bajoneado, el hecho más trivial es capaz de alterarlo.
• Le cuesta disfrutar de las cosas positivas de la vida, aunque en ciertos momentos se puede llegar a divertir.
• Tiende a aislarse socialmente y a hablar poco.
• Suele dormir mal, despertándose varias veces durante la noche.
• Le cuesta concentrarse y tiene en consecuencia problemas de memoria.
• Se agobia ante pequeñas dificultades, quejándose de que las cosas son complicadas y que los contratiempos lo superan.
• Frecuentemente somatiza con dolores de cabeza, mareos y fatiga crónica, síntomas que habitualmente lo acompañan.
• No puede dejar de lado las preocupaciones que rondan por su cabeza una y otra vez.
• Aunque a veces esté claramente deprimido, puede al poco tiempo mostrarse optimista y aliviado.
La persona que padece distimia por lo general considera que su estado de ánimo es consecuencia de las circunstancias desfavorables, de dificultades que le genera su trabajo o de su relación de pareja y por lo tanto no acostumbra a consultar por su problema.
Hay personalidades más proclives a sufrir de distimia: las hipersensibles, que viven siempre en estado de alerta; las perfeccionistas, por sus altos niveles de exigencia y su inevitable insatisfacción; las pesimistas, por su sentimiento recurrente de desesperanza, y las obsesivas, que se sienten contrariadas cuando el mundo no cumple con su orden y planificación.
La distimia (del griego humor perturbado) es uno de los trastornos del estado de ánimo que se dan con mayor frecuencia en la actualidad.
Principales características:
• Tiene muchas oscilaciones del estado de ánimo y sus reacciones son inesperadas. Algunos días se levanta de buen humor, pero otros parecen hacerlo “con el pie izquierdo”.
• Suele ser irritable, entra en discusiones con facilidad y grita por cualquier cosa.
• Tolera muy mal las frustraciones y las contrariedades y en los momentos en que está bajoneado, el hecho más trivial es capaz de alterarlo.
• Le cuesta disfrutar de las cosas positivas de la vida, aunque en ciertos momentos se puede llegar a divertir.
• Tiende a aislarse socialmente y a hablar poco.
• Suele dormir mal, despertándose varias veces durante la noche.
• Le cuesta concentrarse y tiene en consecuencia problemas de memoria.
• Se agobia ante pequeñas dificultades, quejándose de que las cosas son complicadas y que los contratiempos lo superan.
• Frecuentemente somatiza con dolores de cabeza, mareos y fatiga crónica, síntomas que habitualmente lo acompañan.
• No puede dejar de lado las preocupaciones que rondan por su cabeza una y otra vez.
• Aunque a veces esté claramente deprimido, puede al poco tiempo mostrarse optimista y aliviado.
La persona que padece distimia por lo general considera que su estado de ánimo es consecuencia de las circunstancias desfavorables, de dificultades que le genera su trabajo o de su relación de pareja y por lo tanto no acostumbra a consultar por su problema.
Hay personalidades más proclives a sufrir de distimia: las hipersensibles, que viven siempre en estado de alerta; las perfeccionistas, por sus altos niveles de exigencia y su inevitable insatisfacción; las pesimistas, por su sentimiento recurrente de desesperanza, y las obsesivas, que se sienten contrariadas cuando el mundo no cumple con su orden y planificación.